Un niño de dos años fue mordido por una rata en la zona del arroyo La Santiagueña.
El pequeño vive con su madre y ocho hermanos en una precaria vivienda. “Dormimos en el piso todos amontonados”, dijo Norma Nuñez para dar cuenta de las condiciones en las que vive junto a su familia a la vera del arroyo La Santiagueña.
Muchas familias que están a la vera de los arroyos, viven en condiciones de pobreza extrema y la ayuda prometida nunca llega. A la falta de una vivienda digna, un plato de comida cada día y la imposibilidad de satisfacer las necesidades básicas, se le suman los peligros de convivir con todo tipo de alimañas. Tal es el caso de la familia de Norma Nuñez, que habita una precaria vivienda en la zona de Laurencena y Güemes sobre el arroyo La Santiagueña de la capital entrerriana. Norma tiene 9 hijos y todos duermen en el piso “amontonados” y en el día de ayer, su niño de 2 años fue mordido por una rata. “Hay muchos roedores y cada vez que llueve avanzan”, relató la mujer a Canal Once. Además explicó que su hijo “amaneció mordido” en el brazo y en la mano. Lo llevó al hospital San Roque, donde se le practicaron análisis para descartar que haya contraído leptospirosis, la enfermedad que transmiten las ratas. Afortunadamente los análisis, “salieron bien”. Más allá del susto, Norma reclama y lucha por una mejor forma de vida para sus hijos. “Vivo en un ranchito que se llueve como afuera, necesito camas, ropa para los chicos, calzado, de todo un poco. Primero me inundé y después se me quemó todo, ando de un lado para otro para ver quien me puede dar una mano ya que vivo del cirujeo”. La mujer manifestó que está cansada de escuchar promesas de una vivienda, por lo que solicita que “alguien me ayude para poder construir una casa, para que mis hijos puedan vivir dignamente y no pasen lo que yo estoy pasando”.
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