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................. Parana ... Entre Rios ... Argentina ..................

1 de diciembre de 2007

Arroyo La Santiagueña








Una gran fuente de contaminación.

Una situación amenazante para la calidad de nuestra vida.


Artículo 41 de la Constitución Nacional

Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo.

El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según establezca la ley.

Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales.

Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquéllas alteren las jurisdicciones locales.


El 19 de Noviembre asumió la nueva Comisión Vecinal, después de una votación el día 11.

Desde hace unos años, somos testigos de la degradación de este arroyo.

Los vecinos volvieron a quejarse por los fuertes olores que se sienten en el barrio a toda hora del día. Todos saben cuáles son los motivos, nadie hasta cuándo habrá que soportarlo.

Los datos son alarmantes. Los vecinos que viven a orillas de este arroyo o en su cercanía están, de manera directa o indirecta, en contacto con un curso de agua en el que casi el 70 por ciento de su líquido es materia orgánica en descomposición.

De esta manera, todos aquellos que viven aquí quedan expuestos a contraer enfermedades como parasitosis, hepatitis B y diarreas estivales, entre otras, mientras que los que cuentan con los servicios básicos están obligados a convivir con olores insoportables que ni siquiera dejan tener las ventanas abiertas en días de calor.

Claro que no es el único caso: si bien su estado es deplorable, la contaminación de La Santiagueña es una de las tantas que pone de manifiesto el problema en nuestra región.

Según los especialistas, esta situación tiene varios responsables: por un lado los organismos oficiales que tienen a su cargo las tareas de control ambiental, por otro podría haber habido un by-pass desde una cloaca de la zona hacia los aliviadores que debieran arrastrar únicamente agua de lluvia (obra que habrían hecho los propios organismos municipales) y por último los propios vecinos, que en algunos casos arrojan basura sin hacerse cargo de las consecuencias y en otros -los de los asentamientos más precarios- utilizan el arroyo como desagote de sus elementales instalaciones sanitarias.

Hay que tomar conciencia que la problemática nos afecta a todos.

Proponemos que el Municipio implemente un “Programa de Arroyos Limpios” para sanear los cauces de los arroyos que como “La Santiagueña”, atraviesan nuestra Ciudad.

Este plan se podría definir a través de un convenio firmado entre esta Comisión Vecinal y las direcciones de Parques y Paseos, de Planeamiento Urbano, Dirección de Limpieza, Dirección de Hidráulica (Municipal y Provincial), Dirección de Obras Públicas y Defensoría del Pueblo de la Comuna local.

Así, respaldados con ayuda técnica y material de limpieza municipal, serán los propios vecinos los encargados de auditar la limpieza y salud de los cursos de agua que corren cerca de sus casas.

No sólo se retirará la basura, sino que se respetará la vegetación que se encuentra en los bordes. La flora acuática es fundamental para la purificación de las aguas, por eso hay que protegerla y ayudarla a crecer. Es la única manera de poder recuperar los arroyos para la comunidad.

Claro que el de La Santiagueña es un caso alarmante. Desde los ámbitos oficiales se ha reconocido su problemática, y periódicamente se habla de proyectos en estudios pero sin fechas de ejecución. Hace muy poco la Municipalidad reconoció haber recibido veinte millones de pesos de la Nación para solucionar este Problema, pero aún no se ve ningún movimiento. ¿Todavía está el dinero disponible? ¿Quién los maneja? ¿Quiénes son los responsables del Proyecto? ¿Qué es lo que se hará?

Los trabajos que la Comuna realizó en los últimos tiempos fueron: se comenzó a entubar el sector que transcurre entre calles Victoria y Nogoyá, tan mal que el agua de una lluvia se llevó los caños ¿?, algo que en opinión de los ambientalistas no basta. Estos trabajos son una solución como la de esconder la basura debajo de la alfombra. La contaminación y las ratas seguirán allí. Esos recursos, son sólo paliativos que hacen que la basura corra más rápido, y sino la esconden.

Greeanpeace, por ejemplo, apunta directamente contra los saneamientos que se vienen realizando en distintos cursos de agua, a los que califica de "ineficaces y mal encarados". En líneas generales, las críticas de los ecologistas hablan de una "política ambiental de maquillaje, que no ataca el problema de fondo ni se preocupa por las consecuencias que puede traer un foco contaminante".

Queremos una solución técnicamente buena, para el futuro, con recursos y planificación de especialistas en el tema y compromiso municipal. Sabemos que la solución no se va a dar de un día para otro. Por eso hay que encarar un Proyecto de Sistematización con Profesionales de reconocido nivel y que cuente con la aprobación de la gente afectada.

Los sufridos vecinos de “La Santiagueña” tienen tantas historias para contar como años lleva el arroyo sumando contaminación. Cuentan que diariamente aparecen camiones volcadores que arrojan su contenido al arroyo en el tramo que va desde calles Nogoyá hasta Moreno, lo cual hace que el arroyo esté carcomiendo las barrancas del lado del Parque Berduc. También que los vecinos de otros barrios tiran al arroyo sus bolsas de residuos. Que las ratas que deambulan son tan grandes “que te ceban mate”. Que no se puede dormir de noche sin espirales por la cantidad de mosquitos que hay en el barrio en invierno o verano. Y que ni siquiera se pueden dejar las ventanas abiertas del terrible olor que invade el aire del lugar.

Existe legislación a nivel nacional, provincial y municipal tendiente a proteger el medio ambiente. Entonces porque no se cumple?

La respuesta es compleja. La falta de educación de la población, la inconciencia de mucha gente, la falta de recursos económicos, la corrupción de los funcionarios, los intereses inmediatos en juego. Todo ello ha provocado que nuestro arroyo se fuera contaminando con todo tipo de residuos que en el se vierten.

Por eso sería de mucha importancia que se pusieran en marcha políticas suficientemente enérgicas para mejorar la calidad de vida de los habitantes -uno de los parámetros que hoy se utilizan en el mundo para medir el mayor o menor progreso de los países- que está ligado a la mejor preservación de los recursos naturales y consiguientemente para detener a los contaminadores de una vez por todas, mediante el ejercicio de facultades de policía ambiental que poseen tanto el Municipio como la Provincia.

Las postergaciones sólo contribuirán a dificultar las soluciones con las lógicas consecuencias negativas que ello traería acarreado para esta extensa zona poblada.

¿Qué propuestas concretas podríamos hacer en el caso que nos ocupa? Veamos algunas alternativas a modo de ejemplo:

· Educación: En primer lugar es importante la iniciativa popular y la educación. Que todos nos involucremos de algún modo, comentando con amigos la importancia de cuidar nuestro medio ambiente (por una lógica cuestión de supervivencia).

· Campañas para crear una conciencia conservacionista

· Identificación (con datos concretos) y publicidad de las empresas y personas contaminantes

· Eliminar los caudales de descarga de efluentes cloacales al arroyo.

· Identificaremos a las autoridades competentes (nombre y apellido y repartición) y presionaremos popularmente para que lleven a cabo su cometido. Los funcionarios municipales, provinciales y nacionales se encuentran legitimados activamente (arts. 41, 43 de la Constitución Nacional - arts. 30 a 33 ley 25675) para evitar el daño ambiental. Además se constituye en una obligación de las autoridades tomar medidas tendientes a la protección del derecho a vivir en un ambiente sano, equilibrado, y apto para el desarrollo humano y la preservación del patrimonio natural. Solo hay que exigir que lo hagan.

· Formación de un vallado o barrera filtrante de superficie (que se colocaría en las principales bocas de tormenta desde el nacimiento a la desembocadura del arroyo y retendría las bolsas de basura, plásticos, cubiertas, animales muertos, etc. , que arrastra el arroyo. Un camión con brazo grúa de la municipalidad de Paraná podría recoger diariamente dichos residuos).

· Estudio de las posibilidades de reciclaje.

A modo de conclusión: como sabemos, el agua es un recurso vital para el hombre. Si no tomamos conciencia a tiempo corremos el peligro de extinguirnos. Y no es una visión pesimista. Somos testigos a lo largo de muchos años, de la degradación del Arroyo La Santiagueña. Y todo eso se vuelca en el Río Paraná. Consideramos que utilizar los arroyos como vertederos de nuestros desechos retrasa la urgente necesidad de prevenir su contaminación, disminuye los recursos hídricos y genera la degradación posterior de la parte vital del sistema del soporte de la vida sobre la Tierra.

Consideramos que la potencialidad para evitar la contaminación es muy grande y a largo plazo menos costosa. No quiere decir que todas las formas de contaminación puedan evitarse en la zona afectada, pero el reto será intentarlo. El reto será desarrollar nuestra capacidad para controlar y restablecer los frágiles equilibrios ecológicos, hoy deteriorados. Leer esta nota ya es un avance logrado.


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