Con mucho esfuerzo y ante la total mirada al costado de las autoridades, ya que el problema fue comentado varias veces en los medios y presentado a casi todos los funcionarios municipales, el Arroyo La Santiagueña, en el tramo que discurre entre calles Victoria y La Rioja, fue limpiado por los miembros de la Comisión Vecinal. También se cortó el pasto y se limpió la zona verde que está detrás del Parque Berduc, sobre Calle Nogoyá. A la inacción del gobierno de la ciudad y Provincial (ya que el Parque está en propiedad del Consejo de Educación) se suma la falta de solidaridad de algunos vecinos, que “revolean” bolsas de residuos domiciliarios y otras inmundicias como por ejemplo animales muertos en descomposición (perros, bolsas de pescados, etc.) y restos de poda de plantas y árboles, quienes atraen a gordas ratas que deambulan sin control y donde proliferan mosquitos, alacranes y otras alimañas.
ANTES
AHORA
Éste sector debiera cuidarlo el consejo de educación de la provincia. La vecinal plantó oportunamente los árboles y ahora limpió y cortó el pasto.
Durante la gestión del Intendente Humberto Varisco, allá por 1987, se licitó y construyó un desagüe pluvial para paliar el efecto de las inundaciones que se producían cuando había precipitaciones copiosas.
Se construyeron dos (2) tubos de hormigón armado de 1,40 metros de ancho por 1,30 metros de altura cada uno. Uno de estos desagües transcurre en calle La Rioja y otro en calle San Luís, ambos entre calles Colón y Nogoyá, y por ésta última hasta el Arroyo a cielo abierto detrás del Parque Berduc. En ese momento existía un conducto muy antiguo, de mampostería, que vendría desde las Cinco Esquinas, para desagües pluviales, pero que recoge cloacas de viviendas que están ubicadas en calles Colón, La Paz y Ramirez, que no estaba previsto ser removido. Éste estaba atravesado por todos los caños cloacales de las viviendas de la acera este, en su recorrido hacia el caño maestro, que se extendía por la acera oeste, Muchos de estos desagües primarios, desagotaban dentro del conducto de ladrillos, ya que estaban rotos. Pero después de una gran lluvia, este viejo conducto explotó por la presión del agua y se desintegró, así que se instaló un nuevo COLECTOR CLOACAL para las viviendas de calle San Luís, vereda Este, de manera que la colectora cloacal existente quedó para exclusivo uso de los vecinos de la vereda oeste. Pero en ese momento muchos desagües cloacales de esos, fueron derivados al nuevo tubo de hormigón y se construyó un ALIVIADOR, que recorre calle Victoria desde la esquina de calle San Luís hasta el arroyo a cielo abierto en la mitad de la manzana. Por lo tanto, este agua, que debiera ser solamente de lluvia, y ahora contaminada con efluentes cloacales, transcurre libremente por el tubo de calle San Luís y por el Arroyo. Así lo informó oportunamente (y en forma verbal) la Ingeniera IRENE BADANO, al ser consultada informalmente por los vecinos.
En esta contaminación proliferan los mosquitos, los alacranes y gordas ratas que se pasean displicentemente de de noche y de día.
La Inspección de la obra fue realizada por S.A.I.E.R. y los vecinos de calle San Luís hicieron un reclamo por este ALIVIADOR CLOACAL, mediante expediente Nº 32358 del año 1087, solicitando que no se drenaran EFLUENTES CLOACALES al ARROYO, ni el tubo de desagüe pluvial, y la respuesta fue un Informe Técnico que explicaba el estado de la obra, pero no daba respuestas al reclamo de los vecinos. Como siempre, antes y ahora, la palabra oficial es la que “vale”; la del pueblo que sufre las consecuencias NO.
Detrás del Parque Berduc, donde hacen gimnasia miles de gurises paranaenses (y también de la Provincia, cuando hay competencias provinciales) y donde se instaló una moderna cancha que es usada por jóvenes de varios Clubes y donde se desarrollan partidos de la Federación Nacional de Voley, con equipos y visitas de todo el país, hay una “LAGUNA SÉPTICA”. Hemos propuesto soluciones, pero éstas nunca llegan. El Proyecto de saneamiento del Arroyo La Santiagueña 2ª Etapa, que se efectuaría con fondos de la Nación (Fondos de Reparación Histórica para Paraná), y cuya ejecución estaría pronta a comenzarse NO CONTEMPLA la solución de la contaminación que volvemos a denunciar ni en el tramo que va desde calle Nogoyá hasta el Río Paraná, en la zona de los galpones del Puerto. Si de verdad queremos una PARANÁ TURÍSTICA, las autoridades de turno tendrían que empezar a plantear medidas para revertir la situación. NO SE PUEDE SEGUIR ADUCIENDO QUE ELLOS NO CREARON EL PROBLEMA, (Nosotros tampoco), QUE LAS CULPAS SON DE LOS ANTERIORES. Hace falta una decisión madura e inteligente y empezar a tomar cartas en el asunto. Hay que enfrentar el FUTURO, pensando que si no llegan las soluciones los problemas se agravarán. Hay que pensar COMO vivirán nuestros hijos y nietos. AYER como HOY, seguimos reclamando por los olores nauseabundos, que disminuyen (con suerte) cuando hay fuertes lluvias. Y a pesar de que nos ampara el Artículo 41 de la Constitución Nacional, y los artículos 7, 22 y 83 de la nueva Constitución Provincial, no encontramos una vía para que las autoridades se involucren en el tema.